Lo que no aceptas, te ata. Lo que sanas, te libera

Hoy quiero compartirte los aprendizajes que me dejó una entrevista del podcast Tengo un plan, donde hablaban con Marta Salvat sobre relaciones, amor propio, conciencia y aceptación. Fue un golpe de realidad, y al mismo tiempo una invitación a mirar hacia adentro.

Me hizo pensar mucho en cómo, muchas veces, buscamos fuera lo que nos falta dentro. Y en lo importante que es aprender a conocernos y aceptarnos antes de querer compartirnos con alguien. Porque a veces creemos que el problema está fuera… pero en realidad, está dentro de nosotros.

¿Desde qué lugar estás eligiendo?

Cuando somos jóvenes, nos creamos una idea de pareja ideal que muchas veces no tiene nada que ver con la realidad. Idealizamos, soñamos, esperamos… hasta que la vida nos muestra otra cosa. Y de repente, nos encontramos con personas que sacan lo peor de nosotras. ¿Por qué? Porque lo que no hemos resuelto dentro de nuestra mente subconsciente, se refleja fuera.

La pregunta clave es: ¿desde dónde estoy eligiendo?
¿Desde el miedo a estar sola? ¿Desde la necesidad de sentirme querida?
Cuando elegimos desde el vacío o desde la necesidad, el resultado suele doler.

Nadie viene a completarte

Esta frase me marcó: «Si buscas a alguien que te complemente, es porque no te sientes entera.»
Y cuando no te sientes entera, es fácil caer en la dependencia, en el sacrificio, en la necesidad de que el otro llene huecos que solo tú puedes llenar.

Primero tenemos que sentirnos completas, felices, abundantes… con nosotras mismas. El amor real empieza ahí.

Lo que no has sanado, lo proyectas

Otra cosa que me hizo clic: muchas veces atraemos a personas que simplemente están reflejando nuestras heridas internas. Esa pareja que te hace sentir pequeña, insegura o enfadada… quizás solo está mostrando algo que aún no has trabajado en ti.

Cuando esto pasa, en vez de culpar al otro, podemos hacernos una pregunta poderosa:
¿Qué está diciendo esta experiencia sobre mí? ¿Qué puedo aprender de esta situación?

La importancia de aceptar

Aceptar no significa resignarse. Aceptar es mirar la realidad de frente y dejar de pelear con lo que ya pasó. Aceptar que algo dolió, que no salió como esperabas, que no supiste hacerlo mejor.
Aceptar el pasado, el presente… y soltar las expectativas del futuro.

Cuando no aceptamos algo, nos quedamos atascadas ahí, intentando solucionarlo una y otra vez. Aceptar es integrar, es evolucionar, es amarte también por lo que viviste.

Las expectativas nos roban el presente

¿Cuántas veces posponemos nuestra felicidad esperando que algo pase?
«Cuando tenga pareja… cuando consiga ese trabajo… cuando me sienta mejor…»

Y mientras tanto, la vida pasa.
Las expectativas nos sacan del ahora. Nos llenan de presión. Y muchas veces, lo que hay detrás de ellas es miedo.
¿Tener expectativas te da paz? Si la respuesta es no… quizá toca soltar.

Mujer con camiseta gris pensativa

Ambición sí, pero con paz

Hay una diferencia enorme entre tener sueños y vivir desde la autoexigencia.
No pasa nada por querer cosas, por crecer, por superarte… pero si lo haces desde la angustia, desde la presión de «tengo que lograrlo», al final no disfrutas nada.

No se trata solo de llegar, sino de cómo llegas. Conectada contigo, en paz, disfrutando el camino.

Todo empieza contigo

Tu paz mental es tu responsabilidad.
Nadie puede sanarte, ni salvarte, ni decirte cómo debes sentirte.
Tú eliges el impacto que tienen las palabras de los demás en ti.
Tú eliges cómo vivir cada experiencia.

Y no, no siempre es fácil. Requiere mirar hacia adentro. Aceptar lo que hay. Perdonarte. Abrazarte.
Pero cuando lo haces… todo cambia.

La paz como puente a una vida más plena

La paz interior no solo se siente bien. Es la base para conectar con cosas aún más bonitas: gratitud, creatividad, abundancia, amor.

La conciencia se eleva cuando dejamos de luchar con lo que somos, con lo que hemos vivido, y empezamos a tratarnos con más compasión.
Porque sí, estamos aprendiendo. Y eso ya es un acto de valentía enorme.


Espero que esta reflexión te haya llegado tanto como a mí.
Recuerda que no necesitas ser perfecta para merecer amor, solo necesitas ser tú. Y cuanto más te conozcas, más amor podrás dar… y recibir.

Gracias por estar aquí 🧡

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *