¿Alguna vez te has dicho “me merezco esto” y lo has llamado autocuidado? Puede ser quedarte en la cama todo el día, comprarte algo caro o darte un atracón de comida. La realidad es que no siempre lo es, sino escapes momentáneos que a la larga no mejoran tu bienestar.
El problema es que, cuando confundimos autocuidado con “placeres inmediatos”, dejamos de lado lo que de verdad nos ayuda a sentirnos bien, con energía y en paz con nosotras mismas.
Hoy vamos a ver las cosas más comunes que solemos confundir con autocuidado (y por qué no lo son), junto con alternativas que sí mejoran tu salud mental, emocional y física. Esto cambiará tu manera de cuidarte, de verdad.
1. Comprar cosas para sentirte mejor
Es común pensar que gastar dinero en ropa, maquillaje o complementos es autocuidado. Pero esto solo alivia emociones por un momento, no genera bienestar a largo plazo.
Por qué no lo es:
- La satisfacción de la compra dura minutos o horas, no días.
- No resuelve la causa del malestar (estrés, ansiedad, vacío).
- Puede generar sensación de culpa después, si te pasas de tu presupuesto.
Ejemplo: Ese día de bajón en el trabajo en el que compras online “para animarte”… y después te arrepientes.
✅ Alternativa: Dedica tiempo a actividades que sí te llenen emocionalmente: caminar, leer, meditar o escribir. Y si compras, hazlo de manera consciente, preguntándote: “¿lo quiero de verdad o solo estoy evadiendo una emoción?”
2. Quedarte en la cama todo el día
Descansar sí es autocuidado. Pasarte el día entero en la cama, no. Aunque te haga sentir “bien momentáneamente”, puede aumentar la sensación de apatía y ansiedad.
Por qué no es autocuidado:
- No te da energía ni claridad mental. Al revés, te deja con más pesadez y menos energía.
- Descontrola tu ritmo de sueño.
- No resuelve problemas emocionales o físicos que causan estrés.
Ejemplo: El típico domingo que te levantas tarde, te tiras a la cama y al final del día te sientes peor que al inicio.
✅ Alternativa real: Mantén una rutina ligera de movimiento: estiramientos, yoga suave o salir a dar una vuelta. Usa la cama solo para dormir o descansar brevemente, y crea otros espacios de descanso (como leer en el sofá o hacer journaling).
3. Comer en exceso por aburrimiento o malestar
Un trozo de chocolate puede ser autocuidado. Comer media tableta para no pensar en nada o por ansiedad, no.
Por qué no funciona:
- Te da alivio temporal, pero después llega la culpa.
- Puede generar culpa, ansiedad o sensación de descontrol. Refuerza la idea de que “no sabes controlarte”.
- No alimenta tu cuerpo de manera real.
Ejemplo: Llegar a casa cansada y pedir pizza aunque no tengas hambre, solo porque “te lo mereces”.
✅ Alternativa real: Come de forma consciente, con alimentos nutritivos y reales. Disfrútalos y come despacio.

4. Evitar responsabilidades para “descansar”
Dejar tareas pendientes con la excusa de cuidarte no es autocuidado. Aunque sientas alivio momentáneo, el estrés y la ansiedad volverán más tarde.
Por qué no es autocuidado:
- La carga pendiente regresa con más peso.
- Aumenta el estrés y la culpa.
- No te da un descanso real.
Ejemplo: Evitar contestar un correo importante porque “te estresa”, pero pasarte el día pensando en él.
✅ Alternativa real: Cumple primero con lo importante y divide las responsabilidades en pasos pequeños. Planifica descansos después de cumplir tareas (un baño relajante, una caminata, una siesta corta).
5. Pasar horas en redes sociales
Pasar horas en Instagram, TikTok o Facebook puede parecer relajante o entretenerte, pero si las usas como escape, terminan drenando tu energía.
Por qué no funciona:
- Genera comparación constante.
- Te hace perder tiempo sin darte cuenta.
- No te conecta contigo misma ni con tus emociones reales.
Ejemplo: Abrir TikTok para “5 minutos” y darte cuenta de que llevas hora y media.
✅ Alternativa real: Pon límites de tiempo con alarmas o apps. Y sustituye parte de ese rato por actividades que te conecten contigo: escribir, meditar, escuchar música o simplemente descansar sin pantalla.

6. Dormir demasiado
Dormir más de lo necesario para evitar emociones, responsabilidades o estrés puede parecer descanso, pero no es autocuidado.
Por qué no funciona:
- Interrumpe tu ritmo circadiano y altera tu energía durante el día.
- Genera sensación de apatía y desmotivación.
- No ayuda a gestionar emociones ni problemas pendientes.
Ejemplo: Acostarte temprano, levantarte tarde y aún así sentir que no descansas.
✅ Alternativa real: Mantén horarios regulares de sueño y combina descanso con rutinas ligeras de movimiento.
7. Ver series o películas sin límite
Una serie puede ayudarte a relajarte. Hacer un maratón de toda la temporada en un día… probablemente no.
Por qué no funciona:
- Mantiene el cerebro en modo pasivo, evitando procesar emociones.
- Genera sensación de tiempo perdido y postergación de tareas importantes.
- No ayuda a mejorar tu bienestar emocional ni mental.
Ejemplo: Terminar la serie de golpe un sábado y luego arrepentirte porque no hiciste nada más.
✅ Alternativa real: Disfruta de tus series, pero con límites. Haz pausas para reflexionar, estirarte o escribir cómo te sientes.

8. Decir que sí a todo para “estar en paz”
Muchas veces pensamos que complacer a todo el mundo es autocuidado porque “así evitamos conflictos”. La realidad: te desgasta.
Por qué no lo es:
- Te desconecta de tus necesidades.
- Aumenta el resentimiento interno.
- Te deja sin energía para lo que realmente importa.
Ejemplo: Decir que sí a salir, cuando en realidad querías descansar, y luego sentirte peor por no haberte escuchado.
✅ Alternativa real: Aprende a decir no sin culpa. Poner límites claros también es autocuidado.
Cómo reconocer autocuidado verdadero
Para distinguirlo de lo que solo creemos autocuidado, pregúntate:
- ¿Esta acción me hace sentir bien a largo plazo o solo un momento?
- ¿Estoy cuidando mi cuerpo, mente o emociones de manera consciente?
- ¿Me siento más conectada conmigo misma después de hacerlo?
- ¿Estoy evitando un problema o enfrentándolo de manera saludable?
Si respondes “sí” a la mayoría, es autocuidado real. Si es “solo por placer momentáneo o escape”, probablemente no lo sea.
🌟 Ideas de autocuidado
- Meditación diaria: 5–10 minutos de respiración consciente.
- Journaling: escribir emociones, gratitud o intenciones del día.
- Actividad física ligera: yoga, estiramientos o caminata al aire libre.
- Rutina de sueño: dormir y despertar a la misma hora, sin pantallas antes de dormir.
- Cuidado físico consciente: skincare, baño relajante, masaje de cuello y hombros.
Estas acciones conectan cuerpo y mente, te dan energía y reducen estrés de manera sostenible.
Ahora que conoces lo que no es autocuidado, puedes replantearte tus hábitos diarios y elegir acciones que realmente beneficien tu bienestar. Recuerda: el autocuidado se trata de conectar contigo misma y mejorar tu bienestar.
El verdadero autocuidado no siempre es cómodo ni glamuroso. A veces es decir “no”, levantarte de la cama aunque no tengas ganas, moverte cuando tu cuerpo pide quedarse quieto o sentarte a escribir lo que sientes.
Pero justamente ahí está la diferencia: el falso autocuidado te evade, el verdadero te transforma.
Empieza hoy eligiendo una acción pequeña, no para escapar de tu vida, sino para construir una vida que te haga sentir orgullosa cada día.

