Una vida simple y aburrida = una vida más feliz

El otro día escuché un episodio del podcast Tengo un plan. Una charla con el psiquiatra Javier García Campayo que me hizo pensar. Hablaron de algo que muchas veces olvidamos: ¿por qué somos más infelices que nunca si lo tenemos “todo”?

Y es que vivimos en un mundo donde nos hacen creer que la felicidad está afuera. Nos dicen que seremos felices cuando logremos cierto trabajo, tengamos cierto cuerpo, ganemos más dinero o compremos ese producto que “nos falta”.

Pero como explicaba Campayo, esta búsqueda externa está vacía. Es parte de una sociedad de consumo y de culto al yo, donde todo gira en torno a tener, aparentar, conseguir.

Mientras tanto, nos desconectamos. Vivimos pegadas a las pantallas, con scroll infinito y estímulos constantes que solo tapan el aburrimiento. Pero, ¿sabías que el aburrimiento es bueno? De hecho, es necesario para nuestra creatividad, para volver a conectar con nosotras mismas y para desarrollar una salud mental sólida.

«Vivimos en una sociedad que tiene horror al aburrimiento», decía él.

Y lo cierto es que lo notamos cada día.

Una de las preguntas clave de la entrevista fue: ¿Crees que hay marcha atrás?
Y su respuesta me sorprendió: «a nivel individual, sí.»

Porque, aunque todo a nuestro alrededor empuje en otra dirección, tenemos el poder de decidir. Nunca antes hemos tenido tanto tiempo libre ni tantas posibilidades de elegir cómo vivir. Solo que a veces se nos olvida.

🌿 La felicidad está dentro

Otro de los mensajes más potentes que me llevé del podcast fue este: la felicidad verdadera no viene de fuera, sino de dentro.

No está en un móvil nuevo, ni en un cuerpo perfecto ni en la aprobación ajena. Está en estar bien contigo, en sentirte en paz con lo que eres, en no esperar nada de los demás para sentirte valiosa.

Desde que escuché este episodio, recordé lo mucho que necesitaba reconectar conmigo. En ese momento me sentía desconectada, perdida, con ruido mental. Y fue justo lo que me animó a empezar a meditar.

Y aunque al principio cuesta (porque no se ven resultados inmediatos), lo cierto es que meditar me ha ayudado mucho. Me ha enseñado a observar mis pensamientos sin pelearme con ellos. A dejar pasar las emociones en lugar de resistirme. A encontrar claridad y calma. A entender que los pensamiento no son nada, tal como vienen, pueden marcharse.

Como explicaba Campayo, la mente funciona al revés que el mundo exterior: si no quieres un pensamiento, cuanto más lo rechazas, más vuelve. La clave está en no resistirse, en dejarlo estar, en respirar.

⏳ A veces hay que posponer el placer inmediato

Otro punto importante del podcast fue sobre la capacidad de sacrificar el placer inmediato por un beneficio a largo plazo.

Y me vi reflejada. Porque muchas veces caigo en el impulso de lo inmediato: ver otra video, comer lo que no me nutre, dejar para mañana eso que sé que me haría bien hoy.

Y no pasa nada por fallar, pero es importante estar atenta. Porque madurar emocionalmente también es eso: aprender a sostener el esfuerzo y elegir lo que nos hace bien a largo plazo, aunque cueste.

🌸 Una vida más simple

Este podcast me recordó muchas cosas, pero sobre todo que soy la responsable de mi vida. Que aunque la sociedad no me lo ponga fácil, yo tengo el poder de decidir cómo quiero vivir.

Y cada vez lo tengo más claro: yo quiero una vida simple. Una vida donde estar bien no dependa de tener más cosas, sino de sentirme en paz conmigo.

Una vida con menos ruido y más presencia.
Con más conexión, más propósito y más verdad.

¿Tú también lo sientes así?

Si esta reflexión te ha gustado, te invito a que explores más herramientas en mi blog. Estoy creando un espacio donde compartir ideas, aprendizajes y hábitos que nos ayuden a reconectar con nosotras mismas y vivir desde dentro hacia fuera.

✨ Porque el bienestar empieza por una decisión: volver a ti.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *