No sé tú, pero yo muchas veces he querido tenerlo todo bajo control.
Que las cosas salgan como espero.
Que la gente actúe como me gustaría.
Que las emociones incómodas se vayan rápido.
Y cuando eso no pasa… me frustro, me bloqueo, me agobio.
Pero hay algo que cada vez entiendo más:
no todo está bajo nuestro control, y está bien.
Aprender a diferenciar lo que sí depende de ti y lo que no, es una de las claves para vivir con más calma, claridad y confianza.
🎯 Círculo de control
Una práctica que me ayuda mucho cuando me siento agobiada, ansiosa o desbordada, es volver a esta simple pregunta:
¿Esto depende de mí?
Si la respuesta es no, trato de dejarlo ir (spoiler: no es tan fácil como se dice).
Si la respuesta es sí, trato de ver cómo puedo gestionarlo.
✅ Cosas que sí están bajo tu control:
- La cantidad de esfuerzo que pones
No siempre puedes controlar el resultado, pero sí la intención con la que haces las cosas. - Tus palabras
Cómo hablas, qué dices y desde dónde lo dices es tu elección. - Tus acciones
Lo que haces día a día, tus decisiones, tus hábitos, tus límites. - Cómo tratas a los demás
Puedes elegir ser amable, poner límites con respeto, y actuar desde tu propia verdad. - Seguir o no las reglas
Puedes decidir si cumples con compromisos, normas o límites que te has puesto a ti misma. - Cómo manejas tus sentimientos
No siempre eliges lo que sientes, pero sí cómo lo gestionas: si lo reprimes, lo aceptas o lo transformas. - Tus decisiones
Incluso en medio del caos, tu poder está en elegir cómo respondes a lo que pasa. - Cómo cuidas de ti misma
Dormir, comer bien, moverte, descansar, rodearte de personas que suman. Eso sí depende de ti.

❌ Cosas que no puedes controlar (aunque quieras):
- Lo que otras personas hacen
Puedes dar tu opinión, pero no decidir por ellas. - Lo que otras personas dicen
Puedes cuidar tus palabras, pero no controlar las ajenas. - El pasado
Por más que le des vueltas, no lo puedes cambiar. Solo aprender de él y soltar. - Cómo otros se sienten
Puedes acompañar, pero no hacerte cargo de emociones que no son tuyas. - El clima / tiempo
Llueva o haga sol, no está en tus manos. Pero sí puedes decidir cómo responder a ello. - Las decisiones de otros
Aunque duelan o afecten, no están bajo tu control. Solo puedes decidir qué haces tú con eso.

Controlarlo todo es una ilusión que desgasta.
Y cuanto más intentamos tenerlo todo atado, más tensión sentimos por dentro.
Porque hay cosas que simplemente son como son.
Y cuanto antes lo aceptamos, más libres nos sentimos.
Cuando sueltas lo que no depende de ti, recuperas energía para enfocarte en lo que sí.
Porque al final, lo importante no es tenerlo todo bajo control…
sino aprender a vivir con lo que hay, con lo que somos, con lo que sentimos. Y eso cambia todo.